Una victima inesperada.
Era una mañana como cualquier otra
German se levanto de costumbre a las 3:00 am para alistarse y salir a trabajar.
Tomo su chaqueta que lo identificaba como guarda espaldas de Luis, magistrado
de la alta política Colombiana. Se despidió de sus cuatro hijas, salio de casa
en la camioneta en ruta por la avenida Boyaca hacia el norte para recoger al
jefe. Todo salio como lo habitual, llegaron al palacio de justicia ubicado en
el costado norte de la plaza de Bolivar de Bogotá, frente al congreso y a una
cuadra de la casa e Nariño.
Allí dentro todo era lo común, la
gente iba y venía, las reuniones no dejan de ser debatias, cuando de repente tal
y como lo planeo Otero cabecilla del M-19 tomaron el palacio de justicia
pintadole la cara la seguridad de la misma y dejando cerca de 350 rehenes entre
ellos German Barrera hombre de 46 años padre de cuatro hijas. Fue un momento
tensionante, frustante, colérico, confrontante para la familia Barrera Roa, una
llamada los alertaba en los corazones y pensamientos, todo apuntaba a un mal
agurio, algo pasaría ese día.
Narran las hijas Barrera que les
cuentan que en un intento de rebeldía a su padre le habian propinado 3 tiros en
todo su cuerpo dejandolo muerto al instante. Son simplemente deducciones, pero
en realidad una vez pasado ese martirio de 27 horas llego la noticia tragica,
el señor German Barrea había muerto, nadie podía consolar a su familia, un
hombre humilde, admirable y de buen parecer habia llegado a su fin, murio de la
manera menos esperada bajo el problema de un regimen autoritario y mediático
colombiano.
En el palacio nadie les dio
noticias reales o confirmadas de su padre, enterraron a un muerto que
nisiquiera tenian la plena seguridad que era el mismo German Barrera, fue un
momento doloroso, trágico, pero incierto, pues esa figura que iba en un baúl no
era reconocida y mucho menos identificada.
Toda la tortura vivida por esta
familia no es más que una pequeña voz de las muchas que viven los colombianos a
diario donde el sistema se encarga de encubrir y no dar realidad de las
situaciones que suceden dentro del entorno nacional. Cada situación en la vida
es un aprendizaje pero la muerte pasa más allá de eso, pues no es un momento
esperado, ni deseado por las personas, al contrario es algo al que muchos le
temen.
Temerle a la muerte puede ser
trágico, pero es mucho más duro saber que la persona que estas enterrando tal
vez si sea o no sea ese ser querido. El 25 de Noviembre esta familia la
recordará como ese día en que la justicia no brillo en todo su esplendor, sino
que fue una luz que se pago en el camino.
Lo que espera esta familia que fue
victima de una muerte inesperada es que se haga justicia, que esos maleantes
que se dieron el lujo de matar a 98 seres humanos paguen por lo que hicieron y
no anden sueltos por ahí mirando que más vidas acabar, ahora ésta familia sale
adelante cada día, a los nietos les hablan de un súper abuelo que se lleno de
héroe y terminó muerto en el día menos esperado y a la hora menos indicada.
Edison Sánchez